Una vez planificada la compra, dedicar el tiempo necesario a la conservación de los alimentos es decisivo para que se mantengan frescos. Clasificar la compra al llegar a casa te ayudará a mantener frescos durante más tiempo la fruta y la verdura, los productos lácteos, el pan, la pasta y la carne. Algunos alimentos necesitan ser refrigerados, mientras que otros sólo deben mantenerse a temperatura ambiente. Hemos recopilado algunos consejos sobre cuándo y cómo conservar los alimentos para que todo se mantenga fresco el mayor tiempo posible.
Ya sea caliente o frío, húmedo o seco, no todos los alimentos soportan las mismas condiciones. Si se almacenan de forma incorrecta, los alimentos pierden su sabor y se estropean más rápidamente. Esto se debe a las influencias y cambios físicos, bioquímicos, químicos y microbianos a los que están expuestos los productos. Los alimentos también pueden resultar dañados por plagas y alimañas.
El deterioro microbiano está causado por bacterias, moho y levaduras. Hacen que los alimentos se pudran, fermenten o desarrollen moho y, a veces, desarrollan sustancias patógenas como resultado. Estos procesos y la duración de la conservación de los productos alimentarios dependen sobre todo de las condiciones físicas, como el calor, el frío y la humedad.
Además, las enzimas de los alimentos provocan cambios bioquímicos, como la descomposición de vitaminas, pigmentos y aromas. El enranciamiento de las grasas se debe al deterioro químico provocado por las reacciones químicas de los componentes de los alimentos. Los factores externos, como la luz y el aire, pueden acelerar este proceso.
Antes de llegar a casa y empezar a guardar todo en el lugar adecuado, hay que asegurarse de que todo está adecuadamente higienizado y refrigerado, empezando por el supermercado. Puntos clave a tener en cuenta: