En la fase de calentamiento general y activación participan grandes grupos de músculos. El objetivo de un calentamiento es aumentar la “temperatura de funcionamiento” de tu cuerpo. Esto se logra, por ejemplo, al ir en bicicleta, al correr o al saltar la cuerda. Un calentamiento debería durar unos 5-10 minutos, pero la intensidad no debería ser demasiado alta. Solo debería activar y estimular tus músculos.
Como ya se ha mencionado, hay muchas maneras de regenerar mejor tu cuerpo. Además de regenerar tu cuerpo de manera pasiva, también puedes hacerlo de manera activa. Esto incluye, por ejemplo, algún entrenamiento ligero de resistencia, seguido de algún estiramiento dinámico. El entrenamiento regenerativo aumenta tu resistencia física general y la fortaleza. Es importante no forzar los músculos, sino usarlos solo un poco. También es muy recomendable usar el rodillo de espuma. Además de aflojar el tejido conjuntivo y cualquier tensión, el rodillo de espuma también mejora la circulación sanguínea hacia tus músculos. Esto facilita el suministro de oxígeno y nutrientes a los músculos, lo que a la larga también puede promover la regeneración. Una sesión de sauna es también una buena manera de regenerar activamente tu cuerpo. El calor relaja tus músculos. Los productos de desecho metabólicos también se pueden eliminar con mayor rapidez, además de relajar el tono muscular.